viernes, 2 de diciembre de 2011

Determinante: delante de sustantivos femeninos


Los determinantes delante de sustantivos femeninos que empiezan por A (o Ha) tónica.—Con frecuencia se duda de si hay que decir “este aula” o “esta aula”; “este agua” o “esta agua”; “este agua” o “esta agua”, etc. Pues bien, la regla es la siguiente: sólo los artículos el, un, y los indefinidos algún y ningún (formas compuestas de un) preceden en su forma aparentemente[1] masculina a los sustantivos femeninos que empiezan por a (ha) tónica. El resto de los determinantes (y adjetivos antepuestos) presentan su forma femenina normal. Así, hay que decir:



1.     el alma (agua, hacha, asa, aula…)
2.     un alma (agua, hacha, asa…)
3.     algún alma (agua, hacha, asa, aula…)
4.     ningún alma (agua, hacha, asa, aula…)

y también:

5.     esta (agua, hacha, asa, aula…)
6.     esa (agua, hacha, asa, aula…)
7.     aquella (agua, hacha, asa, aula…)
8.     toda (agua, hacha, asa, aula…)
9.     poca (agua, hacha, asa, aula…)
10.  mucha (agua, hacha, asa, aula…)
11.  primera (agua, hacha, asa, aula…)
12.  tercera (agua, hacha, asa, aula…)

Son, por tanto, incorrectos los sintagmas siguientes:

13.  *la (agua, hacha, asa, aula…)
14.  *una (agua, hacha, asa, aula…)
15.  *alguna (agua, hacha, asa, aula…)
16.  *ninguna (agua, hacha, asa, aula…)

y también:

17.  *este (agua, hacha, asa, aula…)
18.  *ese (agua, hacha, asa, aula…)
19.  *aquel (agua, hacha, asa, aula…)
20.  *todo (agua, hacha, asa, aula…)
21.  *poco (agua, hacha, asa, aula…)
22.  *mucho (agua, hacha, asa, aula…)
23.  *primer (agua, hacha, asa, aula…)
24.  *tercer (agua, hacha, asa, aula…)

Ténganse en cuenta, no obstante, las observaciones siguientes:
·      La regla no vale para los adjetivos que empiezan por a (ha) tónica. Por tanto, debe decirse: la áspera corteza (y no *el áspera corteza); la agria naranja (y no: *el agria naranja).
·      En el plural se usan las formas normales: las almas, unas almas, algunas almas.
·      Si entre el artículo y el sustantivo se inserta otra palabra, debe aparecer la forma femenina normal del artículo: la cristalina agua (pero “el agua cristalina”); la auténtica hambre (pero “el hambre auténtica”).
·      La palabra todo, tanto cuando es determinante como cuando es predeterminante, se emplea en su forma femenina normal: toda águila (no *todo águila).
·      Como excepción se dice: la hache, la a, la Ana que tú conoces (lo mismo con todos los nombres propios femeninos que empiezan por á: la Águeda).
·      Dígase: “de esta agua no beberé” (y no: *de esta agua no beberé).
·      La regla no vale para palabras femeninas que empiezan por a átona. No debe decirse, pues, *El Alhambra, *el harina.
·      Lo correcto es decir veintiún armas, y no *veintiuna armas. Pero se dirá veintiuna chicas y no *veintiún chicas.

Veamos ahora unas frases con errores por mal uso del determinante:

1.     *Todos los disparos fueron hechos con el mismo arma.
2.     *Te esperaré con toda la (todo el) ansia del mundo.
3.     *Se plantarán árboles en todo este área.
4.     *El rico agua de este manantial puede faltarnos.
5.     *El amplia acogida que tuvo su discurso nos impresionó.
6.     *Aquello fue el apoteosis.
7.     *Tu argumento es un buen arma contra el Estatuto.
8.     *Meteré este otro ave en la jaula.




[1] Conviene recordar que las formas el y un que combinan con palabras femeninas que empiezan por a (ha) tónicas son históricamente femeninas, pues proceden de los femeninos latinos illam, unam. Por ello, hay que hablar de unas formas el, un masculinas y otras femeninas.

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