viernes, 2 de diciembre de 2011

Autores- Ferdinand Saussure


FERDINAND SAUSSURE

1857-1913

            DATOS BIOGRÁFICOS


Saussure entra en contacto entre 1876 y 1878 con los maestros entonces en lingüística histórica. En la década de los ochenta pasa un tiempo en París donde formará a casi todos los comparatistas franceses.

Desde 1891 hasta 1913 regresará a Ginebra,  en cuya universidad practicará la docencia. En esta época no publica nada, al contrario que en su época parisina, donde fue activo y participativo.
Al parecer, se siente frustrado y no se muestra seguro de sus trabajos ginebrinos. La causa se puede encontrar, quizá, en la incomprensión de sus colegas sobre las ideas revolucionarias que manifestaba en su lingüística general de 1906 a 1911.
En 1913 el lingüista murió, al parecer de un cáncer de garganta.

Sus dos únicas obras publicadas en vida son un joven trabajo  publicado en Leipzig, 1879, y su tesis doctoral sobre el genitivo absoluto en Sánscrito, Ginebra 1881.
Todo lo demás es póstumo.

El Curso de lingüística general, como sabemos, fue redactado por Bally y Sechehaye, sobre los apuntes de estudiantes de clase.



PLANTEAMIENTOS DICOTÓMICOS  Y BASES GENERALES


Lo que queda claro de Saussure es una plena consciencia dicotómica en su pensamiento. Llega a decir:
“El lenguaje es reducible a cinco o seis dualidades o pares de cosas”
Es por eso que todo su pensamiento es concebido en una serie de dicotomías que a continuación desarrollaremos:
                  Para este curso, es importante que nos centremos en cuatro dicotomías esenciales para entender el pensamiento saussureano:
a)    Lengua- Habla.
b)    Sincronía- Diacronía.
c)     Paradigma- Sintagma.
d)    Lingüística interna vs Externa.


Sin embargo, antes de pasar a las dicotomías más importantes, detengámonos en dos rasgos esenciales para su pensamiento: el alumbramiento de la semiología y su oposición al lenguaje:
INSTITUCIONES SOCIALES - SEMIOLOGÍA

La primera de estas dicotomías es la oposición entre todas las instituciones sociales y la semiología, siendo concebida la misma semiología también como una serie de instituciones sociales, el conjunto de todos los sistemas de signos, producto de la facultad universal de comunicar.

Lo original consiste aquí en resaltar, a la vez, aquello que todas estas instituciones tienen de semejante y aquello que los sistemas de signos tienen de específico.

SEMIOLOGÍA - LENGUAJE

Saussure concibe el lenguaje como la totalidad de los puntos de vista (filosófico, sociológico, psicológico, fisiológico, etc) en los que legítimamente podemos situarnos para estudiar en los hombres la facultad de hablar.

 

 

[DICOTOMÍAS IMPORTANTES]


 LENGUA- HABLA
Opone el lenguaje en general con cada una de las lenguas  humanas en particular.
Cada herramienta lingüística, a su vez, se halla caracterizada por la oposición entre la lengua propiamente dicha, el tesoro de unidades y reglas reducidas a sistema, que son propias de la comunidad de los hablantes, y el habla, hecho individual, realización variable con cada hablante dentro de los límites de la incomprensión.

La lengua es un sistema de signos es decir, todos sus elementos se condicionan mutuamente y constituye la parte social del lenguaje. Frente a la lengua, el habla es la parte individual del lenguaje, es decir, la realización concreta, particular de la lengua en cuanto a sistema.

La lingüística es el estudio de la lengua, no el del habla.

La lengua como sistema según Saussure no se identifica con el lenguaje, sino que constituye una parte integrante. En palabras del propio Saussure:



“La lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial, es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos. Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito, la lengua por el contrario, es una totalidad en sí misma y un principio de clasificación”

Ello quiere decir que de entre todas las disciplinas que estudian la lengua, la lingüística es la primera y principal, la lengua, por tanto, ocupa el primer lugar de entre los fenómenos relacionados con el lenguaje, y esta prevalencia no hace posible ninguna otra clasificación.

 En suma, el estructuralismo centra, básicamente, su atención en una lingüística de la lengua. Este papel prioritario que se atribuye a la lengua como estructura y sistema según la concepción saussuriana, ha tenido una transcendencia considerable, no solamente entre sus seguidores directos sino también en el ulterior desarrollo de la lingüística postsaussuriana. En este sentido podemos afirmar que esta antinomia constituye un pilar importante en la definición del objeto de estudio de la disciplina.


EJE PARADIGMÁTICO- SINTAGMÁTICO
Dentro de la lengua misma, se ha de distinguir los agrupamientos in absentia, las clases de unidades disponibles en la memoria (constituyendo cada una de estas clases un eje paradigmático) y los grupos in praesentia (eje sintagmático).

 

 

 

SINCRONÍA- DIACRONÍA


La lengua debe de ser estudiada según dos puntos de vista opuestos. Sea un estado de lengua considerado estable, en un punto dado del tiempo: tiene lugar, entonces, la lingüística sincrónica.

Si es una sucesión de estados históricos, con su evolución, sus cambios en el transcurso del tiempo: tiene lugar, entonces, la lingüística diacrónica.

Signo lingüístico


El signo lingüístico ocupa un lugar privilegiado en estas oposiciones. Definido como arbitrario, lineal y discreto, el signo es la unión de un significante (la imagen acústica de su cara fónica) y de un significado (el concepto, la clase de realidades no lingüísticas a que remite).

En la teoría de Saussure, la arbitrariedad del signo impone la noción de sistema, y por consiguiente la de lengua opuesta a habla, además la de sincronía y diacronía.
Atendiendo al triángulo de Richards, el vértice B correspondería con el significado (concepto) el A con el significante (palabra) y la línea discontinua que une al vértice C que sería el referente (cosa designada)


Triángulo de Richards:

Saussure y la lengua


Saussure afirma que la lengua es forma pero no sustancia y que todas las unidades que constituyen el sistema de la misma son valores oponibles, es decir, que sólo funcionan como señales lingüísticas por aquello que las distingue unas de otras.

En la lengua, escribe en este sentido, no hay más que diferencias. Pero no ha llegado nunca a señalar claramente en qué se diferencia la imagen acústica de los sonidos en la mente, que no es más que la suma de un número limitado de elementos distintivos, de la sustancia material de los sonidos, con su infinidad de movimientos musculares. Precursor de la fonología de Praga, no llega a la definición clara, operante, funcional del concepto de fonema.



LINGÜÍSTICA INTERNA vs. LINGÜÍSTICA EXTERNA


Según la actitud formalista de Saussure, la externa no constituye un verdadero objeto de la lingüística porque trata el estudio de determinados factores (sociológicos, antropológicos, psicológicos etc) que entran en relación con la disciplina propiamente dicha,  de hecho la interna estudia la lengua como sistema en sus diferentes niveles de análisis, mientras que la externa hace referencia a los factores externos que intervienen en el uso del lenguaje como capacidad humana.

                  Así pues,  las disciplinas que forman parte de la lingüística interna se encuentran: la fonética, la fonología, la morfosintaxis, la semántica, la lexicografía, la pragmática, la lingüística del texto, etc.

                  En la lingüística externa encontramos la sociolingüística, la psicolingüística etc.








Curso de lingüística general

 

A pesar de la circunstancia desfavorable que hubiera podido constituir la Primera Guerra Mundial, el Curso de lingüística general no pasó desapercibido en 1916. Prácticamente todos los grandes lingüistas de la época lo reseñaron: Meillet, Jespersen, Sechehaye, Bloomfield. Pero la mayor parte de estas reseñas son esencialmente críticas. Juzgan el libro en función de las ideas al uso en aquella época –comparatismo, lingüística histórica, psicologismo- y pasan por alto, generalmente, todo lo que constituye el valor innovador de la obra.

El cambio de rumbo de este manuscrito llegó en 1928 con los del Círculo de Praga, convencidos de encontrarse ante un texto sagrado. Gracias a Jakobson y Trubetzkoy, quienes de nuevo pusieron este libro en circulación, se considera el texto teórico como fundamental, aunque ya desde 1920 era recomendada su lectura en Francia, aunque surtiera poco efecto en los autores de la época a excepción de algunos autores como Martinet.

                  El Curso es el resultado de las enseñanzas dadas en años alternos desde el momento en que Saussusre llega a ser profesor titular (196-1911) y cuyos vestigios son los apuntes de estudiantes.  Se han llegado a encontrar apuntes del propio Saussure de 1894 que demuestran el profundo interés del ginebrés  en los problemas que ya se plantean en su Curso.

                  Sumado a esto tenemos que tener en cuenta tanto la fiabilidad de dichos apuntes, el escrutinio a la hora de elegir a los estudiantes, y posteriormente la impronta de Bally y Sechehaye y las posibles modificaciones e innovaciones del editor. 

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