1.2. La estética neoclásica
La estética ilustrada se basa en tres
puntos:
a) Radicalismo: Ellos
creían que sus principios estéticos se basaban en la tradición clásica, en la
razón y en las exigencias del público. Para ellos estos tres ejes eran fijos e inamovibles.
Contrasta con la idea de hombres abiertos e ilustrados. Para ellos esta
estética era universal, y por tanto no se puede admitir otra estética válida.
Para ellos esta literatura era la única aceptable porque de lo justo, lo bello
y lo razonable surgiría esta literatura que brillaría como un sol universal que
dejaría de ser patrimonio de una élite para ser patrimonio universal.
Desprecian a los que se apartan de sus dogmas.
b) Generalización de los ideales
ilustrados: Creían que tenían la misión de conformar un
nuevo tipo de ciudadano (en el concepto de súbdito) más cívico y más feliz. Esa
reforma exigía la creación de nuevas normas y elementos educativos y
persuasivos. Por eso se centran en el principio de “instruir deleitando”, de
modo que la literatura y el arte debían de ser propagandas involuntarias de
este ideal. El teatro será el medio de generalización de esta difusión del
mensaje ilustrado. El arte debe ser difusor de este mensaje. El espectador o
lector, por tanto y sin esfuerzo, debe interiorizar el mensaje. El arte y la
literatura se vuelve para los dieciochescos “una cuestión de Estado”, de modo
que se legislará la literatura y el teatro.
c) Arte y Ciencia: Los
neoclásicos admitieron la necesidad de motivaciones irracionales como la inspiración,
para la creación artística, aunque admitían que no era suficiente y abogaban
por la necesidad de la técnica, de manera que se suma el arte y la ciencia a la
inspiración. El arte es el conjunto de normas, reglas y estructuras de la obra.
La ciencia es el conjunto de saberes auxiliares al contenido de la obra
(historia, costumbres, psicología, labor de documentación)
INSPIRACIÓN
(del genio creador)
A
ARTE (reglas/normas) B C CIENCIA
(saberes)
Según Sebold, la prosa o ensayo no puede
considerarse neoclásica, ya que no se inspira o fue clásica. Sólo la poética se
puede considerar neoclásica.
No hay que confundir ilustrado (general) con
neoclásico (inspirado en los clásicos). Neoclásico no abarca la prosa, solo poesía,
cuya fuente es clásica, pudiendo incluir el
siglo XVI. Por eso no es de extrañar que autores del XVI como Garcilaso,
Fray Luis, Villegas, se reeditar en el XVIII, y gracias a ello nos han llegado
autores renacentistas que de otra manera, a lo mejor, no tendríamos
conocimiento. Los neoclásicos del XVIII imitan también a los clásicos españoles
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