viernes, 18 de noviembre de 2011

Ignacio Luzán y su poética


2.1.  Vida y obra:

Nace en la España de cambio de dinastía, en Zaragoza. Se quedó huérfano a los cuatro años y se encargó de él una abuela que lo lleva a vivir a Barcelona. A los trece años de edad muere su abuela y se va a vivir con su tío, que se lo lleva a vivir a Mallorca y después a Italia, donde estudia Derecho. Lee a los clásicos latinos y griegos, perfecciona su italiano y estudia alemán. Se relaciona con la élite cultural.

Regresa a España en 1733, donde se hace cargo de negocios familiares y se retira a un pueblo de Huesca, donde se dedica a la composición de su obra. En 1737 se casa y publica su Poética. Uno de sus hijos publicará una obra sobre su padre y promocionará la segunda edición, ya muerto su padre, de la Poética.
Traduce comedias y poemas de Ovidio, y escribe  dos textos: Discurso apologético de D. Iñigo de Lamuza”, que es una respuesta a la recensión elogiosa de la revista “Los literatos” sobre su Poética en 1741.


Luzán sostiene que, aunque el Nuevo Teatro de Lope se basa en la tradición, va contra los preceptos aristotélicos. La crítica literaria va contra el pensamiento de Luzán.  El otro texto que escribió fue Carta de Ignacio Pilathetes (…) como una defensa de Lope, Calderón, Góngora, como autores alumbradores, resulta ser un patriotismo literario.
En 1747 viaja a París para trabajar como secretario de la embajada española. Escribió Memorias literarias de París (1751), que no es otra cosa que un paradigma de los ideales ilustrados.

A su regreso a España, trabajó en la Casa de la Moneda. Murió a los 52 años, cuando la Ilustración aún estaba dando sus primeros pasos.
La Poética es, por tanto, una obra adelantada y temprana para el tiempo en que fue escrita. Luzán supone un pilar fundamental en el pensamiento neoclásico español.
Escribió su Poética, a su regreso a Aragón, pero hay que considerar que la génesis de dicha Poética  es italiana.

2.2.  Génesis de la poética:

En 1727-1728, cuando se encontraba en Palermo, y en contacto con esos círculos literarios, escribe un esbozo, un primera versión, en tratados, sobre su Poética. El antecedente lo encontramos en el Tratado de la perfecta poesía de Muratori. Titulará a esos tratados Ragionamenti sopra la poesía. Muchos llegarán a decir que Luzán se limita a traducir y resumir a Muratori.
La Poética tiene una primera parte esencialmente doctrinal sobre lo que es para él la literatura en sus diferentes manifestaciones. Tiene, además, una segunda parte fundamental, que es la crítica. Valora lo positivo y a imitar y rechaza lo negativo. La tercera y última parte es descriptiva y modélica para el aprendiz de creador, la parte normativa que ofrece claves de composición.
Luzán parte de la premisa para su composición, de que la literatura dominante se halla en degradación. Plantea una regeneración. Propone un retorno a la pureza de la poética aristotélica.
La Poética  debemos reseñar, no está inspirada en modelos franceses sino italianos. Luzán se siente llamado a proponer un modelo español. Para él, la  escasez de trabajos modélicos en España, es la principal causante de la degeneración literaria.
La crítica ha estudiado los antecedentes de Luzán y ha señalado a Muratori como fuente importante, así como los esbozos parmesanos. Luzán utiliza material de Muratori, pero también hay otros autores o poetas de los que toma ideas, además de aportar las suyas propias y originales.

2.3.  Las dos poéticas

La edición póstuma aporta nuevas ideas a la primera. Menéndez Pelayo ya sugirió que las numerosas contradicciones se podrían deber a una introducción de novedades de una segunda pluma.
Según la opinión de la hispanista Mackowiecka:

a)     El editor del II volumen reconoce que habría un caballero (Eugenio Llamirola) que decía poseer una Poética de 1737, corregida a los márgenes por el propio Luzán.
b)    El hijo de Luzán, interesado en la reedición de la obra de su padre, aportó documentos de su padre y reescribió algunos pasajes con novedades y reinterpretación
c)     El tercer factor es que el hijo muere en 1788, antes de la finalización de la maquetación de la edición. El editor pide a Llaguno (autor del primer manuscrito con notas del propio Luzán) que termine la edición, adulterando el texto con ideas propias, así como reinterpretaciones. El descubrimiento de dos cartas de Llaguno prueban estos cambios.

El hijo de Luzán escribió una carta, entreviendo lo que Llaguno podía hacer, quejándose de la manipulación que Llaguno estaba haciendo con el texto de Luzán, creyendo firmemente que esas reinterpretaciones de Llaguno empeoraban la obra, cortando, eludiendo, suprimiendo claúsulas, haciendo que se contradijeran preceptos. Además, habla negativamente de Llaguno.

Para otra parte de la crítica representada por Mac Clelland y Sebold, el hijo de Luzán se debió de sentir desplazado y apartado, y la influencia de Llaguno no es tan negativa como el hijo nos quiere demostrar. Admiten que Llaguno introdujo elementos propios, pero pule cinco capítulos originarios de la primera edición a la segunda. Esos cinco capítulos, esparcidos por la Poética, serían esbozos de Luzán o pasajes que el propio Luzán no había profundizado.

Sebold cree que las adiciones de 1789 se deben a contenidos del propio Luzán, aunque la redacción final era de otros autores que, obviamente, no era del estilo de Luzán.
Sí es cierto que la segunda edición es más radical en cuanto a preceptos neoclásicos que se explican con el paso del tiempo y el asentamiento del pensamiento neoclásico.

2.4.  La influencia de Luzán en los autores neoclásicos españoles.

Hubo neoclásicos como Quintana o Moratín que pusieron en duda que Luzán fuera influyente, sin negar a la obra su solidez y valor, pero en conjunto, para ellos, no había influido en su formación.
Según Moratín, en 1760, esa Poética ya nadie la leía. Quintana en un ensayo sobre la poesía castellana del XVIII, dice que el único fallo era su estilo seco, que no invitaba a la lectura.
Sebold niega esta poca importancia. Para ello parte de testimonios contemporáneos y sostiene la teoría de que estos autores niegan la influencia, se han educado en un ambiente en el que la Poética, ya se había asumida y por eso ya no hacía falta leerla puesto que su espíritu estaba generalizada. De hecho, en el Seminario de Nobles, se utilizaba como libro de texto la vulgarización de la misma. La difícil reedicón de la voluminosa obra, explica que no se leyera el original, pero sus ideas estaban asumidas por los neoclásicos.
Vicente García de la Huerta en 1739 elogió a Luzán y afirmó que todos conocían su obra y reconoció la influencia de este autor en su propia obra.

El propio editor Sancha en 1789 afirmó la fama de la Poética como manual de consulta para creadores y críticos literarios.

Sebold en un estudio sobre los autores citados en la Poética establece que: un 60% son autores españoles, un 30% clásicos y por último el otro 30% italianos.

En definitiva, grandes autores excepto Moratín y Quintana, así como alumnos, críticos y aficionados a la poesía o autores de segunda fila, estaban familiarizados con las ideas de Luzán.
La  honda influencia de Luzán no es excluyente por ser ampliamente leída. Las ideas se generalizaron y divulgaron al margen del tratamiento del texto original.

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