2.1. Vida y obra:
Nace en la España de
cambio de dinastía, en Zaragoza. Se quedó huérfano a los cuatro años y se
encargó de él una abuela que lo lleva a vivir a Barcelona. A los trece años de
edad muere su abuela y se va a vivir con su tío, que se lo lleva a vivir a
Mallorca y después a Italia, donde estudia Derecho. Lee a los clásicos latinos
y griegos, perfecciona su italiano y estudia alemán. Se relaciona con la élite
cultural.
Regresa a España en
1733, donde se hace cargo de negocios familiares y se retira a un pueblo de
Huesca, donde se dedica a la composición de su obra. En 1737 se casa y publica
su Poética. Uno de sus hijos
publicará una obra sobre su padre y promocionará la segunda edición, ya muerto
su padre, de la Poética.
Traduce comedias y poemas de Ovidio, y
escribe dos textos: Discurso apologético de D. Iñigo de Lamuza”, que es una respuesta a
la recensión elogiosa de la revista “Los literatos” sobre su Poética en 1741.
Luzán sostiene que,
aunque el Nuevo Teatro de Lope se basa en la tradición, va contra los preceptos
aristotélicos. La crítica literaria va contra el pensamiento de Luzán. El otro texto que escribió fue Carta de Ignacio Pilathetes (…) como una
defensa de Lope, Calderón, Góngora, como autores alumbradores, resulta ser un
patriotismo literario.
En 1747 viaja a París para trabajar como
secretario de la embajada española. Escribió Memorias literarias de París (1751), que no es otra cosa que un paradigma de los ideales ilustrados.
A su regreso a España,
trabajó en la Casa de la Moneda. Murió a los 52 años, cuando la Ilustración aún
estaba dando sus primeros pasos.
La
Poética es, por tanto, una obra adelantada y temprana
para el tiempo en que fue escrita. Luzán supone un pilar fundamental en el
pensamiento neoclásico español.
Escribió su Poética, a su regreso a Aragón, pero hay
que considerar que la génesis de dicha Poética
es italiana.
2.2. Génesis de la poética:
En 1727-1728, cuando se
encontraba en Palermo, y en contacto con esos círculos literarios, escribe un esbozo,
un primera versión, en tratados, sobre su Poética.
El antecedente lo encontramos en el Tratado
de la perfecta poesía de Muratori. Titulará a esos tratados Ragionamenti sopra la poesía. Muchos
llegarán a decir que Luzán se limita a traducir y resumir a Muratori.
La Poética tiene una primera parte esencialmente doctrinal sobre lo
que es para él la literatura en sus diferentes manifestaciones. Tiene, además,
una segunda parte fundamental, que es la crítica. Valora lo positivo y a imitar
y rechaza lo negativo. La tercera y última parte es descriptiva y modélica para
el aprendiz de creador, la parte normativa que ofrece claves de composición.
Luzán parte de la premisa para su
composición, de que la literatura dominante se halla en degradación. Plantea una
regeneración. Propone un retorno a la pureza de la poética aristotélica.
La Poética debemos reseñar, no
está inspirada en modelos franceses sino italianos. Luzán se siente llamado a
proponer un modelo español. Para él, la
escasez de trabajos modélicos en España, es la principal causante de la
degeneración literaria.
La crítica ha estudiado
los antecedentes de Luzán y ha señalado a Muratori como fuente importante, así
como los esbozos parmesanos. Luzán utiliza material de Muratori, pero también
hay otros autores o poetas de los que toma ideas, además de aportar las suyas
propias y originales.
2.3. Las dos poéticas
La edición póstuma
aporta nuevas ideas a la primera. Menéndez Pelayo ya sugirió que las numerosas
contradicciones se podrían deber a una introducción de novedades de una segunda
pluma.
Según la opinión de la hispanista Mackowiecka:
a) El
editor del II volumen reconoce que habría un caballero (Eugenio Llamirola) que
decía poseer una Poética de 1737,
corregida a los márgenes por el propio Luzán.
b) El
hijo de Luzán, interesado en la reedición de la obra de su padre, aportó
documentos de su padre y reescribió algunos pasajes con novedades y
reinterpretación
c) El
tercer factor es que el hijo muere en 1788, antes de la finalización de la
maquetación de la edición. El editor pide a Llaguno (autor del primer
manuscrito con notas del propio Luzán) que termine la edición, adulterando el
texto con ideas propias, así como reinterpretaciones. El descubrimiento de dos
cartas de Llaguno prueban estos cambios.
El hijo de Luzán
escribió una carta, entreviendo lo que Llaguno podía hacer, quejándose de la
manipulación que Llaguno estaba haciendo con el texto de Luzán, creyendo
firmemente que esas reinterpretaciones de Llaguno empeoraban la obra, cortando,
eludiendo, suprimiendo claúsulas, haciendo que se contradijeran preceptos.
Además, habla negativamente de Llaguno.
Para otra parte de la
crítica representada por Mac Clelland y Sebold, el hijo de Luzán se debió de
sentir desplazado y apartado, y la influencia de Llaguno no es tan negativa
como el hijo nos quiere demostrar. Admiten que Llaguno introdujo elementos
propios, pero pule cinco capítulos originarios de la primera edición a la
segunda. Esos cinco capítulos, esparcidos por la Poética, serían esbozos de Luzán o pasajes que el propio Luzán no
había profundizado.
Sebold cree que las
adiciones de 1789 se deben a contenidos del propio Luzán, aunque la redacción
final era de otros autores que, obviamente, no era del estilo de Luzán.
Sí es cierto que la segunda edición es más
radical en cuanto a preceptos neoclásicos que se explican con el paso del
tiempo y el asentamiento del pensamiento neoclásico.
2.4. La influencia de Luzán en los
autores neoclásicos españoles.
Hubo neoclásicos como
Quintana o Moratín que pusieron en duda que Luzán fuera influyente, sin negar a
la obra su solidez y valor, pero en conjunto, para ellos, no había influido en
su formación.
Según Moratín, en 1760, esa Poética ya nadie la leía. Quintana en un
ensayo sobre la poesía castellana del XVIII, dice que el único fallo era su
estilo seco, que no invitaba a la lectura.
Sebold niega esta poca
importancia. Para ello parte de testimonios contemporáneos y sostiene la teoría
de que estos autores niegan la influencia, se han educado en un ambiente en el
que la Poética, ya se había asumida y
por eso ya no hacía falta leerla puesto que su espíritu estaba generalizada. De
hecho, en el Seminario de Nobles, se utilizaba como libro de texto la
vulgarización de la misma. La difícil reedicón de la voluminosa obra, explica
que no se leyera el original, pero sus ideas estaban asumidas por los
neoclásicos.
Vicente García de la
Huerta en 1739 elogió a Luzán y afirmó que todos conocían su obra y reconoció
la influencia de este autor en su propia obra.
El propio editor Sancha
en 1789 afirmó la fama de la Poética como
manual de consulta para creadores y críticos literarios.
Sebold en un estudio
sobre los autores citados en la Poética
establece que: un 60% son autores españoles, un 30% clásicos y por último el
otro 30% italianos.
En definitiva, grandes
autores excepto Moratín y Quintana, así como alumnos, críticos y aficionados a
la poesía o autores de segunda fila, estaban familiarizados con las ideas de
Luzán.
La honda influencia de Luzán no es excluyente
por ser ampliamente leída. Las ideas se generalizaron y divulgaron al margen
del tratamiento del texto original.
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