jueves, 1 de diciembre de 2011

Teoría de la Argumentación


La teoría de la argumentación es una teoría de la pragmática que s centra en ciertos tipo de adecuaciones contextuales dentro de la tradición francesa. Las bases de este enfoque lingüístico se centran en concreto ene los trabajos de J. Ascombre y O. Dicrot.

La pragmática inglesa se ha ocupado sobre todo, de poner de manifiesto el carácter de acción que presenta todo acto comunicativo, así como los principios que determinan la adecuación de los enunciados a la situación externa en que se inscribe, determinando así las condiciones de su interpretación. La teoría de Ascombre y Dicrot en cambio, tiene que ver con los principios de determinan la adecuación de los enunciados con respecto del contexto lingüístico en que aparece, es decir, lo que es o no adecuado como continuación a una determinada frase. Esta teoría por tanto, representa el enfoque interno y discursivo dado que es en el discurso donde habitualmente se encadenan dos o más oraciones con una dirección ilocutiva determinada.

La argumentación constituye un tipo determinado de encadenamiento, es decir, que argumentar consiste en aportar razonamientos, es decir, argumentos a favor de una determinada conclusión.

En esta teoría, Ascombre y Dicrot, pretenden demostrar que los principios que rigen los encadenamientos argumentativos dependen fundamentalmente de los principios estructurales lingüísticos de los enunciados y no sólo de su contenido. De acuerdo con este planteamiento, el punto central de la teoría de la argumentación, es mostrar cuales son los elementos, las reglas y los principios que determinan las organizaciones externas y la interpretación de las argumentaciones.

La teoría de la argumentación constituye por tanto, una orientación teórica completamente, ya que su objetivo es analizar cómo influye la forma lingüística en los encadenamientos posibles y cómo la forma lingüística puede determinar además una parte de la interpretación. En este sentido, Ascombre y Dicrot muestran también que el campo de estudio idóneo para el análisis de todos estos fenómenos es la semántica y la pragmática.



El término argumentación, ha sido definido desde dos perspectivas diferentes. Desde un punto de vista retórico, la argumentación abarca el conjunto de estrategias que organizan el discurso persuasivo; y desde un punto de vista lógico, un argumento es un tipo de razonamiento. EN este sentido, es imprescindible señalar que el significado del término argumentación en el contexto de la teoría de Ascombre y Dicrot, presenta una cierta relación con los dos sentidos descritos. Según la teoría de estos lingüísticas, argumentar es básicamente dar razones a favor de una determinada conclusión.
En cuanto a la argumentación, se trata en definitiva, de un tipo de acto ilocutivo realizado por un emisor cuando quiere hacer admitir una determinada conclusión a su interlocutor.

Lo más importante dentro del modelo teórico de Ascombre y Dicrot, es que la propia forma lingüística de los enunciados, y por tanto los elementos contextuales, son los que determinen el carácter argumentativo de un enunciado.

Así pues, la teoría de la argumentación estudia las realidades formales que proporcionan la lengua a los hablantes para orientar argumentativamente sus enunciados y por otra parte, esta teoría estudia también los medios formales que sirven al destinatario para elaborar su interpretación.

Los elementos lingüísticos que sirven para marcar las orientaciones argumentativas de un enunciado, reciben el nombre de marcadores argumentativos. E este sentido, esta teoría distingue dos tipos fundamentales de marcadores argumentativos según su ámbito de acción: operadores y conectores argumentativos. En primer lugar, los operadores argumentativos afectan a un único enunciado. Un operador argumentativo es una sola palabra (adverbio o conjunción) que modifica el potencial argumentativo de un determinado enunciado.
Por ejemplo:

No son más que las cuatro.

El operador es “no más que”. En segundo lugar, los llamados conectores argumentativos enlazan dos o más enunciados.

Un conector argumentativo, por tanto, se define como un morfema que relaciona dos o más enunciados que intervienen en una estrategia comunicativa única. A diferencia del operador, que actúa desde el interior de un enunciado, los conectores comunicativos son un conjunto de enunciados en una unidad argumentativa.
Por ejemplo:

No tenemos clase, así que, nos vamos a casa”: Argumentación + Conclusión [A + C]

Nos vamos a la biblioteca ya que no tenemos clase”: Conclusión + Argumentación [C + A]

Por tanto, vemos que en este caso el orden relativo es el que aparecen los argumentos y la conclusión, depende en buena medida de las propiedades lingüísticas del conector utilizado. Es importante señalar además, que tanto los operadores como los conectores, son los responsable de la existencia de un acto de argumentación. La teoría de Ascombre y Dicrot, por otra parte, es importante porque estos autores proponen una pragmática integrada en la semántica que solo estudia aquello que derive de las propiedades del propio sistema.

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