2. JOSÉ
DE ESPRONCEDA.
2.1. Vida y obra
Nace en Almendralejo en 1808. Su padre era
sargento Mayor y es trasladado a Badajoz, donde nace él. Se cría, sin embargo,
en Madrid con su madre, pues el padre era trasladado frecuentemente por su
oficio de militar.
Desde muy joven tuvo clara su vocación,
participando en reuniones literarias. Desde joven se inclinó hacia el
liberalismo y participó en la política siendo condenado a los 17 años al exilio
en un monasterio. Antes de pagar condena, se exilia a Lisboa y más tarde se
marcha a Londres y a París, donde entrará en contacto con la efervescencia romántica
de ambos países. En su exilio conocerá en 1827 (en Lisboa) a Teresa Mancha, a
quien raptó ya casada, y con quien tuvo una hija. Será el amor de su vida. Su
relación será tormentosa hasta que en 1837, cuando ella le abandona
definitivamente por su marido. Ella morirá dos años después.
Espronceda volverá a España gracias al
indulto de la Reina. Fundará con sus amigos el periódico El Siglo. Vivirá unos años de éxito literario y político.
Muere el 23 de Mayo de 1842 por una muerte
repentina de asfixia sin que su médico se atreviera a hacerle una traqueotomía,
a los 34 años de edad.
2.2. Obra en prosa
§ El ministerio de Mendizabal (Folleto,
1836)
§ Artículos
en El Siglo y en El Artísta – crítica literaria.
§ Sancho Saldaña o el castellano
de Cuéllar. Escrita en 1833 y publicada un año más tarde.
Novela histórica escrita en el destierro.
2.3. Teatro
§ Blanca de Borbón- Tragedia
en verso histórica en cinco actos. 1831.
§ Ni el tío ni el sobrino-
Comedia de 1834 en colaboración con Ros de Olano.
§ Amor venga sus agravios.
2.4. Trayectoria poética
Se pueden establecer cuatro etapas en su
evolución, ligada a su vida:
A. Década juvenil
(1832-1822): Sigue inmerso en la estética neoclásica, predominando temas
pastoriles. A esta época pertenecen sus sonatas y su poema épico inconcluso El Pelayo, que parece ser un trabajo
escolar encargado por su maestro Alberto Lista.
B. Final del exilio y regreso a
España (1832-1834): Se empapa de la estética
romántica. Óscar y Malvina. Su
romanticismo es fundamentalmente histórico y de temática medieval.
C. Influencia de Lord Byron (1835-1836)
A esta época pertenecen las canciones.
D. Etapa de madurez
(1837-1842): Alcanza su mayor estilo y concibe la poesía como medio para su
política.
Hasta 1840 no se llega a publicar su obra,
editada por sus amigos: Poesía de D. José
de Espronceda con prólogo de José García Villalta. Contenía parte de su obra
(fragmentos del Pelayo, poesías
líricas, canciones, poemas de asuntos históricos y El estudiante de Salamanca) Se reeditó en 1846 sin incluir
composiciones posteriores como El diablo
mundo, que no fue publicada hasta 1848 por Hartzenbuch.
Es el exponente, junto a Larra, máximo del
romanticismo. Evolucionó de la estética neoclásica hasta el titanismo
romántico. Fue el único que utilizó la poesía como arma política. Es la mejor
representación del romántico europeo.
2.5. El
diablo mundo
Es un
poema inconcluso por su repentina muerte, compuesto por seis cantos y un
fragmento del séptimo de un total de 7000 versos. Él decía que quería
compendiar la humanidad en un libro.
Buscaba
componer una alegoría.
El
poema resulta ser misceláneo y a veces incomprensible. El canto II (dedicado a
Teresa) se concibe como una elegía al amor de su vida, “un desahogo de mi
corazón”, colocado sin intención estructural.
Él
mismo decía que era un poema apresurado y divagatorio.
Estudiosos
posteriores justifican la digresión y fragmentarismo de la obra como respuesta
a la estética romántica. Responde a la caótica del poeta.
El hilo
conductor (excepto el canto II) es el protagonista llamado Adán, bautizado por
el tío Lucas. El anciano, al recordar su juventud, se vuelve un ser nuevo, sin
recuerdos. Antes de lanzar al viejo rejuvenecido a recorrer el mundo, se da un
diálogo con el diablo.
El
protagonista descubre desde el primer momento el mal. Se da un retrato de las
capas madrileñas ejemplificando la presencia del mal. Vivimos en un mundo lleno
de imperfecciones y hostil.
Adán
piensa que con el amor llegará a la felicidad y se librará del mal.
No hay
encarnación humana de ese mal porque, según Espronceda, el mal habita en todos
los seres, aunque haya personas como Adán que no lleguen a comprenderlo y
verlo.
Espronceda
sentencia que no hay posibilidad de escapar de ese mal. Dios es el respondable
de este mundo, y son los seres con conciencia los que culpan a dios de su mal.
Hay una sensación de estar en un mundo cruel, inhóspito, hostil.
Es la
culminación de la trayectoria de Espronceda. Resulta ser una parábola de su
pensamiento y el de sus coetáneos.
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